Publicación escrita por Juan Miguel Garrido, periodista, responsable de Comunicación y Redes Sociales de Huelva Acoge.
Este jueves, día 18 de diciembre, celebramos un año más el ‘Día Internacional de las Personas Migrantes’ como una de las entidades que constituyen el Consejo Local de Personas Migrantes del Ayuntamiento de Huelva.
A lo largo de la mañana, estuvimos con mesas informativas y mercadillos interculturales en los alrededores del Mercado del Carmen explicando la labor que realizamos a diario a las personas que se acercaron mostrando su interés por conocer más de nosotrxs. Además, en nuestro caso, realizamos la actividad didáctica del rosco de ‘Pasa-Palabra’ con terminología relacionada al ámbito las migraciones.
El día anterior, el miércoles 17 de diciembre, la Concejalía de Servicios Sociales y el Consejo Local de Personas Migrantes (CLPM) del Ayuntamiento de Huelva organizó en el marco del 18-D la Jornada ‘Tu prejuicio, su frontera’, de 10:00 a 13:00 horas, en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) La Orden.
Nuestra asociación participó en esta actividad con la primera de las intervenciones. El compañero Jose nos informó acerca del proyecto Stop Rumores. Esta Jornada tuvo como objetivo sensibilizar al alumnado de este IES sobre las realidades que viven las personas migrantes en su día a día.
Desde hace 25 años, cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante. El 18 de diciembre de 1990, la Asamblea General de la ONU adoptó la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares. Diez años después, el 4 de diciembre de 2000, la misma Asamblea proclamó el 18 de diciembre como el ‘Día Internacional del Migrante’.
Se trata de un día para reivindicar enérgicamente la inclusión, la diversidad y las contribuciones de las personas migrantes a las sociedades en todos los rincones del planeta. Desde nuestra entidad, recordamos que los gobiernos de la Unión Europea tienen una responsabilidad ineludible en la configuración de las políticas migratorias. Unas políticas que deben ser constructoras de vías legales y vías seguras y tener como objetivo principal proteger la vida y garantizar los Derechos Humanos.
La falta continua de esas vías migratorias seguras y regulares desemboca en que millones de personas sigan emprendiendo viajes muy peligrosos año tras año, arriesgando plenamente sus vidas. De ahí, la necesidad de que los países de acogida establezcan sistemas migratorios con garantías, más inclusivos y más justos.
Según los últimos datos oficiales de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 304 millones de personas, casi el 4% de la población mundial, viven fuera de su país de nacimiento. Diversas estimaciones indican que en torno a 40-50 millones son niñas y niños. La propia UNICEF subrayó en junio de este año que cerca de 50 millones de niños habían sido desplazados debido a conflictos y violencia a nivel mundial hasta finales de 2024.
La cifra de desplazadxs internxs batió todos los récords. Un total de 83,4 millones de personas desplazadas por conflictos, violencia y desastres. El número se ha duplicado en seis años y ha crecido en un 11% respecto a datos de 2023, según el Informe Mundial sobre desplazamiento Interno 2025 (GRID), del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno (IDMC).
Por otra parte, cabe destacar que en 2024 las personas migrantes enviaron 905.000 millones de dólares en remesas a sus países de origen. Estas transferencias ayudan a las familias a cubrir gastos de alimentación, educación y cuidados médicos y, en muchos casos, superan el valor de la asistencia extranjera y de los flujos de inversiones.
No dejemos que los bulos y rumores, junto a los estereotipos y prejuicios, envenenen las sociedades que acogen a las personas migrantes. Las migraciones aportan en multitud de niveles: social, cultural, demográfico, económico, etcétera. Las migraciones enriquecen la convivencia. No las veamos como lo que no son: una amenaza. NO SON NINGUNA AMENAZA. Y recordemos: ningún ser humano es ilegal. Migrar no es ningún delito. No olvidemos que el Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos recoge el derecho de toda a persona a migrar.
